miércoles, 5 de mayo de 2010

ANHELOS

Ya, no quiero los ayeres muertos,
ni los recuerdos tristes del pasado,
ni el mañana engañoso que no llega
ni el amor misterioso sin amado.

Quiero un instante quieto sobre el tiempo,
una hora brillante, sin ocaso,
un amor, con amor para mi pecho
y un verso mudo, que lo diga todo.

Una luz rutilante en noche oscura,
una brasa que queme los pesares,
un jardín con mil flores aromadas,
un casto sueño, y el sabor de un beso.

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